La etimología del nombre estromatolito (o estromatolito) proviene del griego “stroma” que significa alfombra y “lithos” que significa piedra (estromatolito es un nombre tanto masculino como femenino). Los estromatolitos son en realidad estructuras geológicas provocadas por la actividad biológica de microorganismos.
Los estromatolitos no son objeto de ninguna leyenda ni mitos asociados. De hecho, no encontramos ningún escrito antiguo que los describa, sin embargo, tienen una historia geológica fascinante. Los arqueólogos han logrado identificar rastros de esta piedra que datan de hace 3.420 millones de años en todo el mundo.
En aquella época, debido a la luna (más cerca de la Tierra que hoy) y a la rotación de la Tierra (un día duraba 28 horas), los estromatolitos podían extenderse por áreas más grandes. Además, las mareas estaban más altas.
Los estromatolitos resultan de la presencia de microorganismos unicelulares, llamados cianobacterias. No son algas (aunque se les llama algas verdiazules o algas verdes), son bacterias unicelulares o coloniales. Las cianobacterias son probablemente las entidades vivas más exitosas del planeta. Cabe señalar que han sobrevivido a las cinco extinciones masivas de la Tierra. Las cianobacterias se han estudiado en gran medida debido a su presencia en los estromatolitos mediante el proceso de fosilización.
Los estromatolitos (o estromatolitos o trombolitos) son estructuras laminares formadas por piedra caliza, que se encuentran en ambientes acuáticos poco profundos, en mares, océanos y aguas dulces. Se trata, por tanto, de rocas calizas con finas capas superpuestas que oscilan entre lo orgánico y lo mineral. Los estromatolitos son tanto de origen biogénico (debido a la presencia de cianobacterias) como de origen sedimentario (debido a esta estructura carbonatada en forma de láminas apiladas).
Desde el inicio de la vida en la Tierra, las cianobacterias, un tipo de filamento, extraen dióxido de carbono del agua utilizando el sol. Así, estos organismos han contribuido en gran medida a la creación de nuestra atmósfera y al desarrollo de la vida atrapando calcio y carbono. Luego se produce la transformación en piedra caliza. Así, estas “algas” y sedimentos como arena o barro se calcifican formando láminas de piedra caliza.
Bajo el agua, los estromatolitos están vivos. Tan pronto como el agua se evapora, las cianobacterias mueren, la estructura se endurece y se convierte en una roca sedimentaria que incluye fósiles microscópicos de cianobacterias.
En resumen, el estromatolito es una piedra fósil caliza que se desarrolla en un medio acuático. Tiene una dureza de 6,5 en la escala de Mohs. La piedra puede tener varios colores, como negro, gris, amarillo, marrón. Se llama laminado porque tiene la apariencia de capas superpuestas con capas orgánicas alternas y capas arcilloso-calcáreas.
Los principales yacimientos se encuentran en Brasil, etc.
En litoterapia, el estromatolito es una piedra de anclaje y abre a su portador a la sabiduría. Facilita el desarrollo personal y la capacidad de adaptación. Hace que la persona se abra a los demás, desarrolla su compasión y empatía.
Esta piedra ofrece una visión particular del mundo, más centrada en la comunidad y el poder de lo colectivo. Nos permite actuar juntos en diversos ámbitos, deportivos o profesionales.
A nivel personal, el estromatolito ayuda a comprender y aceptar el pasado para poder avanzar en la vida. Durante la terapia, facilita la comprensión de los bloqueos a menudo relacionados con la infancia. Es una piedra de resiliencia.
El estromatolito fortalece la autoestima, la confianza y la seguridad en uno mismo. Te da ganas de emprender y tener nuevos objetivos, ya sea en el ámbito laboral o de relaciones sentimentales. Fortalece la intuición y el instinto.
Esta piedra es una piedra de protección contra energías nocivas, rencores y resentimientos. Disipa las emociones negativas y las reemplaza con emociones positivas. Por tanto, aumenta la tasa de vibración que rodea al usuario.
También es muy útil para niños o adolescentes en momentos de duda, que no encuentran su lugar en la familia (familia recompuesta, llegada de un pequeño o de una hermanita, etc.) o en la sociedad (en el colegio, en la universidad) con El miedo constante a ser rechazado.