Purificación de piedras: la guía completa

¿Eres nuevo en la práctica de la litoterapia? ¿Quieres entender por qué y cómo purificar tus piedras para multiplicar por diez su eficacia?

Aquí está nuestra guía completa dedicada a la purificación de piedras. Descubrirás por qué este paso es tan importante, varios métodos para purificar tus piedras y consejos prácticos para recargarlas.

¿Por qué purificar una piedra?

Litoterapia, una práctica centrada en la reciprocidad

A diferencia de los seres vivos, las piedras son objetos inanimados. A pesar de todo, contienen una energía poderosa, acumulada a lo largo de eras geológicas. Esta energía constituye la base misma de la litoterapia. Te lo transmite generosamente cada mineral que pide, a cambio, ser mimado y cuidado para preservar sus beneficios. Es por ello que es necesario purificar y recargar las piedras.

Purifica una piedra para empezar bien

Es fundamental purificar una piedra antes de su primer uso, sea cual sea su origen: ya sea un mineral pedido online, comprado en una tienda física, ofrecido por un amigo o encontrado en la naturaleza, ninguna piedra escapa a la necesidad de ser purificada. . Para qué ? Simplemente porque no sabes quién lo tocó y qué energías le fueron transmitidas. Ahora eres su portador y el único receptor de su energía beneficiosa. Purificar la piedra te permite iniciar tu relación con ella de forma saludable. Tras esta primera regeneración en profundidad, sólo tendrás que realizar purificaciones de mantenimiento.

Purificación de piedras protectoras: un paso salvador

Ciertas piedras de litoterapia tienen virtudes protectoras, es decir, te protegen de las energías nocivas que pueden emitir seres, objetos o lugares. Este es el caso del ojo de tigre, la amazonita, la obsidiana negra, la obsidiana ojo celeste, la turmalina negra y, por supuesto, la labradorita. Ante las ondas nocivas y las energías negativas, este tipo de piedra muy poderosa actúa a veces como un escudo, a veces como una esponja. La turmalina negra, por ejemplo, absorbe las ondas electromagnéticas emitidas a su entorno por los dispositivos electrónicos. La purificación de estas piedras es especialmente necesaria para su correcto equilibrio energético (y también el suyo). La purificación de las piedras protectoras las libera de todas las energías almacenadas y las vuelve capaces de acompañarte nuevamente.

¿Cómo purificar una piedra?

Encuentre el método de purificación de piedras adecuado para usted

Existen multitud de procesos destinados a purificar las piedras. Depende de ti elegir el que prefieras, dependiendo del tiempo del que dispongas y de las necesidades de tus minerales. Puedes elegir varias técnicas y luego variar los placeres según tus deseos. Lo principal es que la purificación de tus piedras no se viva como una tarea ardua sino, al contrario, como un momento de comunión con el mineral. Cuando purifiques una piedra, aprovecha este ritual para transmitirle tu agradecimiento y fortalecer el vínculo espiritual que te une a ella.

Elija la frecuencia adecuada de purificación de piedras

En cuanto a la frecuencia de purificación de tus piedras, debes saber que varía en función de tres parámetros:

  • su tamaño (cuanto más pequeña es una piedra, más rápido se satura de energía),
  • sus facultades (una piedra protectora absorbente debe purificarse más a menudo que una piedra calmante como el cuarzo rosa),
  • el uso que se hace del mismo.

Para este último punto, confía tanto en tu sentido común como en tu intuición. Cuando un colgante de piedra te sigue a todas partes, incluidos los viajes y el trabajo, su necesidad de purificación puede ser diaria. Por el contrario, la purificación de una piedra poco utilizada (por ejemplo una geoda colocada sobre un mueble) puede realizarse semanalmente, incluso mensualmente o trimestralmente.

Agua, tu aliada para purificar las piedras

La purificación del agua es un método sencillo, rápido y eficaz. Simplemente enjuague su piedra con agua del grifo o sumérjala durante varias horas en un recipiente lleno de agua. Utilice preferentemente agua de excelente calidad, por ejemplo desmineralizada o purificada mediante un filtro de carbón. No olvides tener en cuenta las particularidades fisicoquímicas de las piedras: algunas no resisten el agua y corren el riesgo de decolorarse o volverse opacas si las mojas. Entre ellos destacamos la angelita, la azurita, el cobre nativo, la malaquita, la selenita e incluso el azufre.

Purificación de piedras con sal.

La sal rosa del Himalaya es una sustancia muy útil para purificar las piedras. Se puede utilizar de dos maneras:

  • por inmersión, es decir enterrando la piedra en sal gruesa durante una hora
  • al baño maría con sal (una pizca de sal por 200 ml de agua), sin exceder nunca las dos horas.

Si eliges la segunda técnica para purificar tus piedras, finaliza la operación enjuagando con agua fría. Advertencia: hay piedras (como la malaquita) que se dañan al contacto con la sal.

Incienso, un potente purificador de piedras

A diferencia del agua y la sal para purificar las piedras, la fumigación es el único método de purificación apto para todos los minerales, incluso los más frágiles. Elige un incienso natural como palo santo o salvia blanca , colócalo en un quemador de bronce y luego enciéndelo con un encendedor. Cuando el incienso comience a arder, coloque la piedra encima o cerca del humo. Deja que el incienso arda hasta el final.

¿Cómo recargar una piedra?

Regeneración a través de la luz natural.

Al igual que purificar las piedras, recargarlas puede adoptar diferentes formas. En todos los casos, la recarga sólo es efectiva después de la purificación. El método de recarga más habitual consiste en utilizar la luz natural, es decir:

  • el sol naciente (permita una o dos horas de exposición para una piedra del tamaño de su puño),
  • o luna llena (en este caso es necesaria una noche entera).

Cristales, herramientas para recargar piedras.

Cuando la amatista y el cristal de roca se agrupan, forman alfombras de cristales con reflejos chispeantes: las drusas. Estas formaciones rocosas (también llamadas geodas ) tienen un gran poder energético . Para recargar una piedra de tu colección, puedes colocarla sobre una drusa de amatista, justo al lado o sobre un pequeño lecho de piedras (como cristal de roca) durante unas diez horas.

Recargar una piedra mientras se medita es posible

Si eres fanático de la meditación, no dudes en utilizar esta práctica espiritual para recargar tus piedras. Simplemente elige una piedra antes de tu sesión diaria, colócala frente a ti y dirige tu atención hacia ella mientras meditas. Una vez que tu conciencia esté pacificada y tu respiración bajo control, transmite tu energía a tu piedra para recargarla. También puedes infundirle una intención o emoción. En este caso, la piedra le servirá de ancla una vez finalizada la sesión y le devolverá periódicamente a un estado de plena conciencia.
Descubre nuestra guía de piedras para la meditación.

La información sobre las virtudes de las piedras de litoterapia se proporciona únicamente con fines informativos. Esta información no constituye en ningún caso un diagnóstico médico ni siquiera un tratamiento médico.

Si tienes algún problema de salud y/o médico consulta con tu médico.

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