Un ópalo está compuesto de sílice hidratada, con trazas de uranio, magnesio, calcio, aluminio, hierro, arsénico, sodio y potasio. También tiene un alto contenido en agua que puede llegar hasta el 20% según la variedad.
El ópalo se forma durante períodos alternos húmedos y secos. Las precipitaciones cargadas de diversos elementos se infiltran en el sustrato. Luego, en periodos secos, la evaporación permitirá la formación de capas superiores de calcedonia y cuarzo.
La etimología de la palabra ópalo proviene del sánscrito upala que significa piedra preciosa. Notamos que el ópalo es la única gema que es espléndida sin ningún corte primero.
Durante décadas, el origen de los magníficos colores de los ópalos nobles no se explicó hasta 1965, cuando apareció el microscopio electrónico de barrido. Así, los científicos pudieron resaltar la estructura de los ópalos. Formados por esferas de diferentes dimensiones, los ópalos tienen un aspecto lechoso; son ópalos comunes; En los ópalos nobles, las esferas son de idénticas dimensiones y la luz interfiere y produce esta increíble apariencia multicolor.
Cabe destacar que el agua tiene una gran importancia en el aspecto y comportamiento del ópalo. No es raro ver ópalos en bruto presentados al público en recipientes llenos de agua.
El ópalo tiene una dureza de 5,5 a 6 en la escala de Mohs. En comparación, el diamante tiene la dureza más alta, 10 en esta misma escala.
Según la mitología griega, el ópalo se asociaba con las lágrimas de alegría de Zeus tras su victoria contra los titanes. Sus lágrimas al contacto con el suelo se transformaron en ópalos. Esta leyenda se refiere principalmente al ópalo azul. Es un ópalo común en varios tonos de azul. Incluso se pensaba que el ópalo otorgaba a su portador poderes de clarividencia y adivinación.
Entre los romanos, el ópalo era la piedra de la esperanza. Plinio el Viejo cuenta la historia de Nonio, senador destituido por Marco Antonio (83 - 30 a. C.), porque no quería regalarle un ópalo. Marc-Antoine tenía muchas ganas de ofrecérselo a Cleopatra. Nonio prefirió huir sólo con su precioso ópalo y su colección de piedras. Según una leyenda del siglo XVIII, el ópalo Nonius se encontró en las ruinas de Alejandría.
En la antigüedad, el ópalo se consideraba una piedra preciosa. En la Edad Media, las mujeres rubias llevaban collares de ópalo para conservar el color de su cabello. El ópalo también tenía el nombre de "oftalmios", que se traduce literalmente como "piedra para los ojos". De hecho, se pensaba que tenía propiedades protectoras para los ojos.
Muchos escritores describen esta piedra comparándola con fuegos artificiales, volcanes, galaxias, etc. Los beduinos explicaron que esta piedra caía durante las tormentas que envolvían relámpagos.
En la India, una leyenda dice que la Diosa Arco Iris era tan hermosa que era constantemente cortejada, incluso acosada. Luego elige transformarse en ópalo.
Sin embargo, el ópalo era considerado una piedra de desgracia. Un mito de una novela de Sir Walter Scott titulada Ana de Geierstein o la Hija de la Niebla, publicada en 1829, dañó la piedra. De hecho, la heroína Lady Hermione murió después de que su ópalo recibiera agua bendita. Fue acusada de brujería. En pocos meses, el mercado del ópalo sufrió una caída del 50%.
Pero surgió una explicación más razonable: los lapidarios y canteros del siglo XIX tenían dificultades para trabajar esta piedra sin dañarla. La frecuente rotura asociada a esta piedra le daba al ópalo una connotación de mala suerte.
Los principales yacimientos de ópalo se encuentran en Australia, Estados Unidos, España, etc.
El significado del ópalo dendrítico.
La piedra de ópalo dendrita es una piedra cuyas virtudes son muy apreciadas por magos, chamanes y otros usuarios de magia. Se sabe que tiene muchas cualidades, para provocar experiencias mágicas y místicas. Además, es famoso por brindar magia y suerte a su portador. Tiene fama de tener en su interior la sabiduría de chamanes, alquimistas, magos y maestros del espiritismo.
Este ópalo comúnmente se llama ópalo blanco con dendritas o Merlinita. Esta variedad de ópalo blanco presenta vetas de manganeso. Su nombre Merlinita proviene de la leyenda de Merlín el Encantador, hechicero de la Mesa Redonda, porque el ópalo dendrítico era su piedra favorita.
El término dendrita proviene del griego dendron que significa árbol. El ópalo dendrita puede parecer pintado por manos humanas. Parece representar paisajes imaginarios, arbustos, árboles, etc.
Los principales yacimientos se encuentran en Australia y Estados Unidos.
En litoterapia, el ópalo dendrítico tiene capacidades de apertura y accesibilidad. Permite a su portador desarrollar sus habilidades de comunicación con los demás. Se abre a la empatía y la compasión. La persona se interesa sinceramente por su interlocutor. Quiere ayudarlo y muestra mucha comprensión.
Esta fabulosa piedra revela optimismo y alegría de vivir. Su portador se siente liberado y feliz. La persona tiene muchos planes y tiene ganas de llevarlos a cabo. Esta piedra lo reenfoca en el momento presente. Le da los medios para olvidar los traumas del pasado y afrontar el futuro con serenidad.
El ópalo dendrita proporciona paz y serenidad. El simple hecho de mirarlo y adivinar paisajes o todo tipo de escenarios tranquiliza a su portador. Se siente invadido por una especie de dulzura infinita. Facilita la introspección y la meditación. La persona se reconecta con su yo interior. Esta piedra también favorece la concentración.
El ópalo dendrita es una piedra del equilibrio. Sus colores, compuestos por el blanco y el negro, recuerdan al yin y al yang. También se sabe que aumenta la intuición y los dones clarividentes. Además, tiene fama de ser un amuleto de la suerte.