Colección: Ónix

La leyenda más famosa pertenece a la mitología griega. Se dice que esta fabulosa piedra negra debe su nombre a las uñas de Afrodita. La bella se había quedado dormida y por diversión, su hijo, el joven Cupido, le cortó las uñas de la mano con una de sus flechas.

Partió con su botín hacia el Olimpo, pero lo que pertenece a los Dioses y Diosas no puede ser alterado. Las deidades del Destino se apoderaron de las uñas de Afrodita y las transformaron en piedras finas, llamadas ónix.

Por tanto, la palabra ónix proviene del griego “onux” que se traduce como clavo o garra. Una de las características del ónix es que no se pega a la cera. Por ello era muy utilizado en Roma para realizar camafeos y sellos, que cerraban sus cartas. También utilizaban esta piedra para realizar objetos ornamentales o estatuillas.

En la Edad Media, el ónix, por su color oscuro, se asociaba con el odio y las maldiciones. El negro representaba oscuridad, muerte y tristeza. Incluso se pensaba que poseer un ónix podía traer desgracias. También en China la piedra negra tenía muy mala reputación.

Sin embargo, en la Biblia, Dios se dirige a Moisés y le dicta sus instrucciones en la construcción de un santuario y en la preparación de las vestiduras y regalías de los sacerdotes. Evoca un pectoral del juicio que tendrá cuatro hileras de piedras y en la cuarta hilera estarán crisólito, berilo y ónix.

En los países asiáticos, el mineral negro se consideraba una fuente de desgracias. Sin embargo, los indios le atribuían el poder de proteger de maldiciones y aliviar el dolor.

Así, durante varios siglos y en varias civilizaciones, el ónix negro estará asociado a la ira, el odio y la desesperación. Luego, a finales del siglo XIX, esta piedra volvió a estar de moda gracias a la reina Victoria. El negro era un color reservado para el luto. Pero a la reina Victoria le gustó especialmente este color y decidió llevarlo a través de sus joyas. La moda se lanzó así en Inglaterra, donde el ónix estaba de moda.

Onyx pertenece a la gran familia de los silicatos. Es una variedad de calcedonia al igual que la ágata que forma parte del grupo del cuarzo. Tiene un aspecto translúcido u opaco, de color negro con algunas bandas blancas en determinados ejemplares.

La formación del ónix se produce en rocas volcánicas, en grietas de rocas ígneas y metamórficas. La constitución de estas rocas se produjo bajo la acción del calor y la presión. Es posible encontrar ónix pulido con agua en forma de guijarros.

El ónix tiene una rotura concoidea y un brillo vítreo. Su dureza es 7 en la escala de Mohs. A modo de comparación, el diamante tiene una dureza máxima de 10 en esta misma escala. Hoy en día, el ónix se utiliza en la fabricación de joyas. También se utiliza para crear diversos objetos ornamentales en litoterapia.

Los principales yacimientos se encuentran en Brasil, Australia, China, Rusia, Estados Unidos, etc.

En litoterapia, el ónix es un auténtico escudo contra las energías negativas. Proporciona armonía y calma a la mente. Los malos pensamientos dan paso a pensamientos pacíficos. Es excelente para personas con pensamientos tumultuosos y quienes están en contacto con influencias nocivas.

Esta piedra fortalece la seguridad en uno mismo y la confianza en uno mismo. Conduce a una mejor gestión de las emociones limitando al mismo tiempo los sentimientos de tristeza, ansiedad y angustia. Aporta serenidad y lucha eficazmente contra el estrés. Genera estabilidad en personas inconstantes o de mal humor.

El ónix es una piedra de anclaje que te ayuda a disfrutar el momento presente y te permite estar arraigado en la tierra. Facilita la apertura hacia los demás y los intercambios de calidad. Fomenta la empatía y la compasión. La confianza que genera llevar un ónix facilita el contacto con quienes te rodean.

Esta piedra se recomienda especialmente durante las sesiones de meditación. Se dice que usar un ónix estabiliza la mente y fomenta la introspección. Comprenderse mejor a sí mismo le permitirá avanzar mejor en la vida. Ayuda a mantener la concentración absoluta y puede ser recomendado para estudiantes o personas en formación.

El ónix es una piedra que desarrolla el sentido de responsabilidad, lo que permite superar obstáculos o dificultades en la vida. Te permite dejar de mirar el pasado y afrontar el futuro sin temor mientras saboreas el presente.

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El ónix es una variedad de ágata, que a su vez es una variedad de calcedonia; es una ágata cuyas bandas son circulares y concéntricas. Si las áreas son poligonales en lugar de circulares, se dice que el ónix está fortificado; Si las bandas forman círculos tenues de color alrededor de una mancha redonda más oscura, se dice que el ónix tiene ojos.

Los beneficios : Equilibra el cuerpo y la mente, fuerza, protección contra las energías negativas.

Signos astrológicos : Libra, Sagitario, Capricornio.

Chacra : Raíz.