Colección: nácar

El nácar es un mineral elaborado por los moluscos a lo largo de su vida. Forran el interior de su caparazón con este material. La formación del nácar lleva décadas. Es parte de la familia de las perlas orgánicas.

Además, el nácar sirve como protección para los moluscos cuando entran cuerpos extraños en su caparazón. Luego hará nácar. Esto puede dar lugar a la formación de una perla. Así, se cultivan determinados gasterópodos con el objetivo de recolectar estas perlas.

El nácar está presente en la mayoría de las conchas. Está compuesto por un 85% de microcristales de aragonita (carbonato de calcio). El resto de la composición del nácar incluye una proteína llamada conquiolina (alrededor del 12%), que actúa como cemento para unir los cristales de aragonito, y luego agua (alrededor del 3%).

Las finas capas de aragonito son el origen del efecto iridiscente (propiedad de ciertas superficies que parecen cambiar la luz según el ángulo de visión o la iluminación) que proporciona el nácar.

La dureza del nácar es 4 en la escala de Mohs, que es relativamente blanda. En comparación, el diamante tiene una dureza de 10, la dureza máxima en esta misma escala. El nácar es un material orgánico con fluorescencia azul, rosa, violeta o amarilla. Tiene una fractura en forma de escamas. Se aprecia especialmente su brillo nacarado.

El nombre nácar proviene del nombre árabe "naqqara". En Inglaterra, al nácar se le llama “Madre Perla” en homenaje a la reina Isabel I en el siglo XV.

El hombre utiliza el nácar desde hace milenios. Durante las excavaciones arqueológicas se encontraron en Mesopotamia herramientas, joyas y diversos objetos. Este término significa “tierra entre ríos” y se refiere a la llanura aluvial entre el Tigris y el Éufrates (actual Irak). En ocasiones se han utilizado como moneda durante varias civilizaciones y en todo el mundo.

Los chinos usaban nácar para hacer figuritas y estatuillas de sus dioses. Los indios mexicanos llevaban collares de nácar como protección contra las fuerzas del mal.

Los mayas fabricaban implantes dentales con nácar. En la Edad Media, el nácar se utilizaba para fabricar recipientes, en particular las pilas bautismales de las iglesias. Se la asociaba con la Virgen María por su blancura y pureza. Además, la concha de Santiago se ha convertido en el emblema de los peregrinos de Compostela.

En Córcega, una carcasa llamada turbo rugoso produce una cubierta de nácar. Esta portada se llama “El ojo de Santa Lucía”. Una leyenda corsa cuenta que en la época de los primeros mártires cristianos, Lucía agradeció a los dioses por haber salvado a su madre enferma. Distribuyó toda su riqueza entre los pobres. Su marido se enfureció y la denunció ante las autoridades romanas como cristiana. La pobre Lucie fue arrestada y encarcelada. Sufrió numerosos abusos y murió apuñalada. Pero primero le había ofrecido sus ojos en bandeja a su marido. Los arrojó al mar Mediterráneo y se multiplicaron.

Hoy en día el nácar se utiliza en la fabricación de botones de acordeón, joyería, objetos ornamentales, en marquetería, ebanistería, etc.

Los principales lugares para encontrar nácar son China, etc.

El nácar es ideal para personas de temperamento fuerte. Calma la ira, las reacciones excesivas y los cambios bruscos de humor. Actúa como un auténtico regulador del estado de ánimo. De hecho, permite que la persona ya no reaccione excesivamente. Tiene la capacidad de suavizar el carácter.

Este mineral libera miedos, calma ansiedades y reduce la tensión. Ayuda a combatir el estrés de forma eficaz. Hace que quien lleva nácar se sienta más optimista, tranquilo y sereno. Todo lo que tiene que hacer es sostener el nácar en sus manos. Su suave energía se esparce por todo él y lo calma como después de una sesión de meditación o yoga.

El nácar es especialmente adecuado para estudiantes, personas en formación o cualquier persona que necesite concentración. Te da la oportunidad de calmarte y concentrar tu mente. Aclara ideas, las estructura y fortalece la memorización.

Facilita las relaciones con los demás, porque provoca una mente abierta. La comunicación con los demás es mejor y más franca. Ayuda a superar el desamor.

Colocado en un dormitorio, proporciona la paz y la serenidad necesarias para favorecer la conciliación y la calidad del sueño. Así, la persona recupera vitalidad y forma física.

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El nácar es la capa interior de ciertas conchas de moluscos, compuesta por cristales de aragonito y conquiolina, con reflejos iridiscentes. Ha sido durante mucho tiempo un producto muy buscado para decoración, marquetería, joyería o botonería, hasta el punto de que algunas conchas como el abulón han desaparecido localmente. Algunos se crían con nácar. El nácar resiste mejor a los ácidos que la concha y se reconstituye cuando es perforado o dañado en conchas vivas.

Signos astrológicos : Todos.

Chacra : 3er ojo.