La hemimorfita no tiene leyendas oficiales porque fue descubierta tarde. Además, se confundió a menudo con la calamina hasta 1803.
En realidad, la hemimorfita es un mineral compuesto de zinc. Pertenece al grupo de los silicatos. Es un hidrosilicato de zinc que se encuentra en forma de cristales tabulares, es decir que tienen forma de tableta.
Antiguamente, este mineral se conocía como calamina. En 1803, James Smithson (1765-1829), mineralogista y químico inglés, descubrió que dos minerales muy distintos se cruzaban bajo el nombre de calamina. Estos dos minerales eran carbonato de zinc (smithsonita) y silicato de zinc (hemimorfita).
En 1853, Gustav Adolf Kenngott (1818 - 1897), un mineralogista alemán, estudió la hemimorfita y le dio su nombre. Su etimología proviene del griego “hémi”, que significa “mitad” y “morphê”, que significa “forma”. Este nombre se le dio por la forma de sus cristales en dos extremos diferentes. Uno es puntiagudo y termina en pirámide, el otro es romo. De hecho, sus cristales biterminados tienen dos terminaciones diferentes debido a la ausencia de un eje de simetría.
La smithsonita de carbonato de zinc es más rara que la hemimorfita de silicato de zinc. La formación de hemimorfita se produce principalmente en las zonas oxidadas de los depósitos de zinc. Está más presente en climas áridos y en contextos arcillo-margosos. Hoy en día cabe señalar que sigue siendo uno de los minerales de zinc más importantes.
Para que conste, los mineros llamaron "calamina" a todos los compuestos de zinc oxidados. En realidad, la escama de minero es esencialmente hemimorfita, más raramente smithsonita. De hecho, el nombre calamina ya no se utiliza en mineralogía. Hoy en día, el nombre calamina se refiere a una mezcla rosada llamada “loción de calamina”, que contiene óxido de zinc y óxido de hierro.
La hemimorfita es generalmente de color azul. Sin embargo, puede cambiar de incoloro a blanco, amarillo, gris, morado, rosa, verde y marrón. Sus colores varían según el nivel de hierro que contiene. Una piedra de hemimorfita de calidad suele ser azul o verde. Tiene similitudes con la turquesa. Por tanto, puede confundirse fácilmente.
Esta piedra desarrolla propiedades particulares, pues puede ser luminiscente, fluorescente y triboluminiscente. Además, también se caracteriza por sus siguientes características: es piroeléctrico y es piezoeléctrico.
La hemimorfita tiene una dureza de 5 en la escala de Mohs (de uno a diez). Se utiliza en la industria alimentaria como antiaglomerante. Se encuentra como complemento alimenticio por el mineral zinc que contiene. Además, es muy utilizado en joyería y litoterapia.
Los principales yacimientos se encuentran en Estados Unidos, Australia, Argentina, Canadá, etc.
En Litoterapia, la hemimorfita es una piedra de la armonía, que aporta calma y serenidad. Desarrolla el discernimiento, te permite analizar mejor las situaciones y conocerte mejor a ti mismo. Crea un paso atrás respecto de los acontecimientos. Proporciona un gran confort a nivel psicológico. Fomenta el desarrollo de un comportamiento sereno y orienta hacia una vida pacífica.
Facilita la gestión de las emociones negativas, como la ira, el resentimiento y la agresión. Ayuda a las personas a comprenderse mejor a sí mismas y provoca una mejor introspección. Así, promueve un buen conocimiento, una mejor aceptación y una excelente comprensión de uno mismo.
La hemimorfita es también una piedra de comunicación. Es muy útil al hablar en público. Desarrolla un sentido de escucha a los demás y compasión.
Esta piedra te permite vivir plenamente el momento presente y calma las tormentas internas. En el caso de personas tímidas, introvertidas o reservadas, esta piedra aporta confianza y seguridad. Les anima a afirmarse.
La hemimorfita es una piedra que tiene un efecto positivo sobre la creatividad y la inventiva. Desarrolla el sentido artístico de su portador.
Esta piedra es conocida por atraer la suerte en la vida y por creer en uno mismo.