Guijarro Shungit Rusia A

Peso:

Entre 15 y 25g



Guijarro de shungita de unos 30-40mm.
Las formas y dimensiones pueden variar ligeramente de una piedra a otra.

La shungita debe su nombre al lugar donde se extrae, en un pueblo ruso llamado Shunga, situado a orillas del lago Onega.

Según la leyenda, Xenia Godunov, hija del zar Boris Fyodorovich Godunov (1551-1605), ya no pudo tener hijos. Pero después de beber agua de un manantial que brotaba de piedras negras, recuperó su fertilidad y fundó una gran familia.

Sin embargo, las virtudes de esta agua se conocen desde hace al menos cinco siglos gracias a una leyenda que cuenta la caída de una estrella sobre la Tierra. Luego esta estrella se convirtió en agua.

Más tarde, en el siglo XVIII, la explotación de las virtudes de este lago y sus piedras se desarrolló gracias al emperador Pedro el Grande (1672-1725). Al principio, acudió allí con su médico para tratar su frágil salud. Se bañó, bebió elixir de shungita y su salud mejoró mucho. Recuperó vitalidad y energía.

Decidió entonces luchar contra la disentería que afectaba a sus soldados. Les hizo beber soluciones de shungita rebautizadas como Aguas de Marte en honor al dios romano de la guerra. Luego, en los últimos diez años de su vida, hizo construir un establecimiento termal cerca de las fuentes y trató a muchas personas que padecían epilepsia o uremia. Así nacieron las primeras curas termales.

En 1996, los estadounidenses Robert Curl, Richard Smalley y el británico Harold Kroto recibieron el Premio Nobel de Química de la Real Academia Sueca de Ciencias. A través de su estudio, descubrieron que los fulerenos (tercera forma conocida de carbono), presentes en la composición de las aguas termales, son beneficiosos para ciertas enfermedades. El uso de shungita en preparaciones naturales proporciona muchos beneficios.

La shungita existe en forma de dos minerales:

• La shungita plateada, muy rara, representa sólo el 1% de todas las shungitas. Tiene un contenido muy alto de fulerenos, alrededor del 98%.
• Shungita negra: la más extendida y utilizada y más fácil de cincelar debido a su baja composición en fulerenos (entre el 50% y el 70%).

Cabe señalar que cuando la concentración de fulerenos es inferior al 50%, estamos hablando de roca de shungita y no de piedra de shungita.

Algunos agricultores mezclan shungita con el suelo para elaborar un fertilizante mineral natural. La shungita tiene la propiedad de mantener la humedad y aporta calcio y fósforo. Se realizaron estudios en Kazajstán en varias granjas y el rendimiento se incrementó entre un 20 y un 40%.

La dureza de la shungita está entre 3,5 y 4 en la escala de Mohs. En comparación, el diamante tiene una dureza de 10, la más alta en esta misma escala.

Su existencia se remonta a más de 2 mil millones de años aproximadamente. Habría nacido a raíz de la mineralización del plancton. Otros afirman que la shungita está hecha de trozos del planeta Faetón, situado entre Marte y Júpiter. Fue destruido y dio origen al cinturón de asteroides. Finalmente, otros investigadores han descubierto un origen volcánico de la shungita.

El principal yacimiento de shungita se encuentra en Rusia, en el pueblo de Shunga, a orillas del lago Onega.

La shungita es una piedra de profunda conexión a tierra. Favorece la reconciliación con el propio ser interior. Elimina el malestar encontrando las razones de los bloqueos vinculados a los traumas infantiles. Permite avanzar en la vida, encontrar el coraje para superar las dificultades encontradas. Provoca una reconciliación con uno mismo que genera autoestima, confianza y seguridad.

Se dice que este hermoso mineral negro abre a quien lo usa a la creatividad y al éxito. Es un escudo contra las energías dañinas de ciertas personas. Aleja los celos, el rencor, las malas influencias.

La shungita es una piedra con un fuerte poder protector contra las ondas electromagnéticas. Ayuda a neutralizar la radiación y las interferencias causadas por las ondas de los dispositivos inalámbricos modernos (computadora, teléfono, Wi-Fi, etc.). Combate eficazmente las molestias cosmo-telúricas (fallas, capas freáticas o ríos subterráneos).

Además, para su información, Régine Martino, especialista en shungita, ha escrito un libro titulado “Shungita, energía de vida”. Para trabajar en un ambiente tranquilo o simplemente para sentirse bien en casa, la shungita se puede colocar en cualquier lugar y difundir su protección.