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Corazón de selenita Marruecos A+ 70-80mm
COE-SEL-01
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COE-SEL-01
Origen: Marruecos
Calificación: A+
Dimensiones:
Aproximadamente de 70 mm a 80 mm
Peso:
Aproximadamente 100 g
Origen:
Marruecos
A+ = alto
Este corazón de selenita de Marruecos A+ mide entre 70 y 80mm y tiene propiedades energéticas beneficiosas para el cuerpo y la mente. Utilizado para la meditación, promueve la paz interior y la claridad mental. Su brillo natural y su forma de corazón lo convierten en un objeto decorativo único.
Existen muchas teorías sobre el origen de la selenita. La que aparece con más frecuencia y parece más lógica está vinculada a la mitología griega.
En la mitología griega, la diosa de la luna se llama Selene. Selene es la hija de los titanes Hyperion y Theia y refleja pureza y benevolencia. Éstas son cualidades también asociadas con la luna blanca.
Otra hipótesis explica que la selenita proviene de la palabra griega “selenitis” que se traduce literalmente como piedra de luna. Es cierto que la piedra tiene un brillo similar al de la estrella. Por ello, muchas creencias atribuyen poderes lunares a esta magnífica piedra blanca.
Encontramos trazas de selenita desde la Antigüedad. Plinio el Viejo (23 d.C. - 79 d.C.), famoso escritor y naturalista romano, autor de una enciclopedia titulada Historia Natural, nos explica que la selenita pura se utilizaba en la fabricación de ventanas como sustituto del vidrio. Estos minerales blancos (selenita, talco y micas) se denominaban lapis specularis o piedra especular.
En la Edad Media se descubrieron y explotaron yacimientos de selenita en Alemania. Producían cristales tan grandes que se utilizaban para proteger imágenes milagrosas de la Virgen. Estas inusuales variedades de cristales recibieron el nombre de "marienglas" o "vidrio de María" en alemán.
En Italia, la selenita se encuentra en abundancia alrededor de Bolonia. Fue ampliamente utilizado como material de construcción. De hecho, se encuentra en la construcción de las primeras fortificaciones de la ciudad y en la de las Torres de Bolonia. La selenita es muy apreciada por sus cualidades de endurecimiento (endurecimiento de un material orgánico) y por sus granos unidos que son más grandes que los del alabastro toscano (una piedra natural blanca muy apreciada en escultura y corte de piedra).
La selenita es una variante del yeso, una especie mineral que contiene sulfato de calcio dihidrato. Cuando aparece en su forma cristalizada, tiene un aspecto translúcido, incluso transparente, con reflejos iridiscentes (presentando los colores del arco iris). Por lo tanto, forma parte de los yesos fibrosos. A veces se confunde con la piedra lunar, que pertenece a la familia de los feldespatos.
Hay que tener cuidado con la fragilidad de la selenita: de hecho, tiene una dureza de 2 en la escala de Mohs. A modo de comparación, el diamante tiene una dureza de 10 en esta misma escala. La selenita requiere mucho cuidado en su manipulación. Es imprescindible no ponerlo en contacto con el agua, pues tiende a ser soluble.
Los principales yacimientos se encuentran en Marruecos, Argentina, Brasil, España, etc.
En litoterapia, la selenita es una piedra que purifica nuestro entorno. Ayuda a ahuyentar las energías negativas y atraer energías positivas. Esto tiene el efecto de establecer una serenidad dentro de uno mismo, propicia para la elevación del espíritu y la meditación. Desarrolla la intuición y proporciona cierta fuerza.
Este mineral ayuda a sacar a la superficie bloqueos y traumas vinculados al pasado. Provoca que la mente se abra para recibir energía, luchar contra sus demonios y superar sus complejos. Te hace querer seguir adelante y superar las dificultades que encuentres.
La selenita es una excelente piedra antiestrés. Da la posibilidad de gestionar las propias emociones, la ansiedad y la angustia. Proporciona apertura hacia los demás, fomenta la compasión y la empatía. Genera entendimiento y buena comunicación entre el portador y quienes lo rodean.
Se dice que esta fabulosa piedra es un excelente regalo para una mujer embarazada. Su energía lunar la acompaña durante todo el embarazo aportándole bienestar y tranquilidad.
Psicológicamente hablando, la selenita ayuda a reenfocarse, a aumentar la capacidad de concentración, de memorización y de imaginación. Es perfecto para desarrollar la creatividad y para estudiantes en épocas de exámenes. Encontramos trazas de selenita desde la Antigüedad. Plinio el Viejo (23 d.C. - 79 d.C.), famoso escritor y naturalista romano, autor de una enciclopedia titulada Historia Natural, nos explica que la selenita pura se utilizaba en la fabricación de ventanas como sustituto del vidrio. Estos minerales blancos (selenita, talco y micas) se denominaban lapis specularis o piedra especular.
Existen muchas teorías sobre el origen de la selenita. La que aparece con más frecuencia y parece más lógica está vinculada a la mitología griega.
En la mitología griega, la diosa de la luna se llama Selene. Selene es la hija de los titanes Hyperion y Theia y refleja pureza y benevolencia. Éstas son cualidades también asociadas con la luna blanca.
Otra hipótesis explica que la selenita proviene de la palabra griega “selenitis” que se traduce literalmente como piedra de luna. Es cierto que la piedra tiene un brillo similar al de la estrella. Por ello, muchas creencias atribuyen poderes lunares a esta magnífica piedra blanca.
Encontramos trazas de selenita desde la Antigüedad. Plinio el Viejo (23 d.C. - 79 d.C.), famoso escritor y naturalista romano, autor de una enciclopedia titulada Historia Natural, nos explica que la selenita pura se utilizaba en la fabricación de ventanas como sustituto del vidrio. Estos minerales blancos (selenita, talco y micas) se denominaban lapis specularis o piedra especular.
En la Edad Media se descubrieron y explotaron yacimientos de selenita en Alemania. Producían cristales tan grandes que se utilizaban para proteger imágenes milagrosas de la Virgen. Estas inusuales variedades de cristales recibieron el nombre de "marienglas" o "vidrio de María" en alemán.
En Italia, la selenita se encuentra en abundancia alrededor de Bolonia. Fue ampliamente utilizado como material de construcción. De hecho, se encuentra en la construcción de las primeras fortificaciones de la ciudad y en la de las Torres de Bolonia. La selenita es muy apreciada por sus cualidades de endurecimiento (endurecimiento de un material orgánico) y por sus granos unidos que son más grandes que los del alabastro toscano (una piedra natural blanca muy apreciada en escultura y corte de piedra).
La selenita es una variante del yeso, una especie mineral que contiene sulfato de calcio dihidrato. Cuando aparece en su forma cristalizada, tiene un aspecto translúcido, incluso transparente, con reflejos iridiscentes (presentando los colores del arco iris). Por lo tanto, forma parte de los yesos fibrosos. A veces se confunde con la piedra lunar, que pertenece a la familia de los feldespatos.
Hay que tener cuidado con la fragilidad de la selenita: de hecho, tiene una dureza de 2 en la escala de Mohs. A modo de comparación, el diamante tiene una dureza de 10 en esta misma escala. La selenita requiere mucho cuidado en su manipulación. Es imprescindible no ponerlo en contacto con el agua, pues tiende a ser soluble.
Los principales yacimientos se encuentran en Marruecos, Argentina, Brasil, España, etc.
En litoterapia, la selenita es una piedra que purifica nuestro entorno. Ayuda a ahuyentar las energías negativas y atraer energías positivas. Esto tiene el efecto de establecer una serenidad dentro de uno mismo, propicia para la elevación del espíritu y la meditación. Desarrolla la intuición y proporciona cierta fuerza.
Este mineral ayuda a sacar a la superficie bloqueos y traumas vinculados al pasado. Provoca que la mente se abra para recibir energía, luchar contra sus demonios y superar sus complejos. Te hace querer seguir adelante y superar las dificultades que encuentres.
La selenita es una excelente piedra antiestrés. Da la posibilidad de gestionar las propias emociones, la ansiedad y la angustia. Proporciona apertura hacia los demás, fomenta la compasión y la empatía. Genera entendimiento y buena comunicación entre el portador y quienes lo rodean.
Se dice que esta fabulosa piedra es un excelente regalo para una mujer embarazada. Su energía lunar la acompaña durante todo el embarazo aportándole bienestar y tranquilidad.
Psicológicamente hablando, la selenita ayuda a reenfocarse, a aumentar la capacidad de concentración, de memorización y de imaginación. Es perfecto para desarrollar la creatividad y para estudiantes en épocas de exámenes. Encontramos trazas de selenita desde la Antigüedad. Plinio el Viejo (23 d.C. - 79 d.C.), famoso escritor y naturalista romano, autor de una enciclopedia titulada Historia Natural, nos explica que la selenita pura se utilizaba en la fabricación de ventanas como sustituto del vidrio. Estos minerales blancos (selenita, talco y micas) se denominaban lapis specularis o piedra especular.
Características
Color :
- Transparente
Signo astrológico:
- Cáncer
Tipo de piedra:
Edad :
Género :



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