Pulsera de lepidolita AA Madagascar (bolas 5-6mm)

Las piedras reciben su nombre en función de su color, el lugar donde fueron descubiertas, las leyendas relativas a ellas o incluso el nombre de la persona que las descubrió.

La lepidolita proviene del nombre griego “lepis” que significa “escala” en referencia a la estructura de la piedra. Esta piedra fue llamada por primera vez “lilahita” por el geólogo natural austriaco Nicolaus Von Neuhaus (1723 – 1798) debido a su color lila.

Luego, fue descrita en 1792 por el químico alemán Martin Heinrich Klaproth (1743 - 1817), quien le dio su nombre definitivo, lepidolita. Es una piedra rara que debe su friabilidad a los ligeros fragmentos de litio. También está fabricado de silicio, aluminio y manganeso. Tiene este aspecto escamoso debido a la presencia de litio. El manganeso le da su bonito color lila.

Sin embargo, la lepidolita es un mineral que puede ser incoloro o blanco. Pero se puede encontrar en múltiples colores, más raramente amarillo, verde o rojo pálido o más comúnmente rosa, morado o violeta. Se presenta en forma de cristales tabulares, prismáticos o pseudohexagonales.

Este mineral sólo se forma en ambientes geoquímicos donde se encuentran altas concentraciones de litio. La lepidolita es, por tanto, un mineral raro, porque requiere una situación geoquímica muy particular. El ion litio es el más pequeño y uno de los últimos iones que se forma durante la cristalización del magma en el subsuelo.

La presencia de litio altamente concentrado permite la formación de minerales como espodumena, petalita, turmalina y lepidolita. Este último a veces puede confundirse con la moscovita. Sin embargo, los colores las diferencian, porque la moscovita no tiene los hermosos colores de la lepidolita.

El litio es un elemento químico muy popular, particularmente en electroquímica, para la fabricación de baterías recargables u otros accesorios para teléfonos móviles. Lo que implica que la lepidolita se utiliza habitualmente.

La lepidolita es un mineral, generalmente de color rosa violáceo, cercano a las vetas hidrotermales donde tiene lugar su cristalización. Tiene una dureza de 3 en la escala de Mohs, lo que lo convierte en un mineral muy blando. Como referencia, el diamante tiene la dureza más alta, 10 en la escala de Mohs. La lepidolita pertenece a la gran familia de las micas.

No existen leyendas ni mitos particulares sobre esta piedra con sus poderosas virtudes, especialmente en litoterapia.

Los principales yacimientos se encuentran en Brasil, Madagascar, India, Estados Unidos y Zimbabwe.

La lepidolita es conocida por el bienestar que proporciona. Es una piedra de paz y serenidad. Lucha eficazmente contra los pensamientos negativos. Es un verdadero escudo contra la tristeza y la ansiedad. Mantiene alejados los pensamientos oscuros y proporciona un sueño de calidad.

Este mineral violeta estimula la concentración, la imaginación y la creación. Agudiza las habilidades analíticas y ayuda a tomar las decisiones correctas en caso de duda. Te permite decidir con lucidez y sin arrepentimientos. Proporciona la capacidad de alcanzar los objetivos marcados.

La lepidolita contiene litio. Este oligoelemento estabiliza a las personas con pensamientos demasiado agitados. Esta piedra aporta paz interior y confianza en uno mismo. Elimina bloqueos relacionados con traumas infantiles. Es una piedra liberadora.

Esta piedra estabiliza el estado de ánimo y es adecuada para personas que tienden a cambiar de opinión con frecuencia. Su lado calmante ayuda a luchar contra ciertos trastornos del comportamiento, en particular la agorafobia. Sostener esta piedra en las manos o llevarla sobre la persona genera actitudes de confianza en uno mismo.

Como muchos minerales de color púrpura, la lepidolita desarrolla la espiritualidad y promueve la meditación. Fomenta la introspección y te permite conectarte con tu yo interior.